Desde su estreno en 2019, The Boys se ha convertido en uno de los puntales del catálogo de Prime Video, siendo una serie que trasciende mucho más allá de una simple historia de superhéroes, teniendo un fuerte componente de crítica social asociado, hasta el punto de que costaría diferenciar en muchas ocasiones la realidad de la ficción, estableciendo un paralelismo evidente con sucesos que son de actualidad. Todo ello envuelto con el típico humor negro, acción, violencia y momentos realmente hilarantes que pueden llegar incluso a incomodar al espectador.
La dinámica de la temporada 4 de The Boys es muy similar a la de sus predecesoras, teniendo como objetivo acabar de una vez por todas con el Patriota (Anthony Starr), cuyos actos están conduciendo a una fuerte polarización de la sociedad estadounidense no muy alejada de lo que sucede en el escenario político actual del país. La inclusión de nuevas subtramas relacionadas con los personajes principales, es lo que propicia que la serie no caiga en la monotonía, estando todas estas vinculadas al plano puramente personal, explorando en este sentido los pasados de Kimiko (Karen Fukuhara), Frenchie (Tomer Capone), Hughie (Jack Quaid) y el reencuentro entre Carnicero (Karl Urban) y Ryan (Cameron Crovetti), el cual da mucho juego a nivel narrativo.
El primer episodio comienza no mucho tempo después de los acontecimientos de la temporada anterior, con Patriota enfrentándose a un juicio penal después de haber asesinado públicamente a un manifestante por arrojarle una botella de plástico a su hijo Ryan. El proceso no tarda en crear dos bandos divididos entre partidarios y detractores, estos últimos favorables a Luz Estelar, generando un clima de tensión irrespirable donde la más mínima chispa puede generar un conflicto en el país. Para añadir más madera al asunto, Patriota está más inestable que nunca al estar atravesando la crisis de la mediana edad, teniendo miedo de ir pasando a un segundo plano, sentimiento que procede en parte por haberse visto vulnerable físicamente durante los enfrentamientos que la temporada anterior mantuvo con Carnicero, Maeve y Soldier Boy. Como se adelantó en la temporada 3, Annie (Erin Moriarty) se convierte en la cara visible del movimiento contra Patriota, siendo una de las piezas clave de los nuevos episodios, encontrándose frente a frente con su pasado, algo que le ocasiona más problemas de los que ya tiene.
Más allá de la siempre latente amenaza de Patriota, se empieza a abrir otro frente con Victoria Neuman (Claudia Doumit), quien recientemente convertida en vicepresidenta del gobierno, amenaza con dinamitarlo desde dentro para sacar adelante su propia agenda oculta en favor de los Supes. Asociados ambos para conseguir sus propios objetivos, el tándem entre Patriota y Victoria hace que el cometido de The Boys de acabar con ambos sea una empresa todavía más difícil de acometer, uniéndose además un nuevo personaje como es el de la Hermana Sage (Susan Heyward), quien en calidad de la persona más lista del mundo, siendo este su superpoder, se une a Los Siete para asesorar a Patriota, elevando mucho el listón de sus ya de por sí maquiavélicos planes.
Por su parte, Carnicero, a quien le quedan pocos meses de vida después de haber abusado del V temporal, sigue igual de testarudo que siempre, queriendo hacer las cosas a su manera, algo que creará nuevas fricciones con el equipo comandado ahora por L.M. (Laz Alonso). Finalmente, Carnicero acaba desterrado del escuadrón anti-super, suponiendo esto un toque de atención que le hace replantearse muchas cosas, teniendo como principal objetivo liberar a Ryan de las garras del Patriota, intentando cumplir en cierta manera la promesa que le hizo a Becca (Shantel VanSanten) en referencia a que velaría por su hijo.
The Boys sigue siendo brutal, no hay episodio en el que no se muestren escenas muy gráficas, en ocasiones incluso en exceso, todo ello como vehículo para dejar patente que la situación con los Supes está yendo demasiado lejos, considerándose una gran mayoría muy por encima del resto de los mortales, enarbolando esa bandera el propio Patriota como el que más, intentando convertir a Ryan en un megalómano como él. En esta nueva entrega, Anthony Starr añade nuevas capas a su actuación como el villano, incidiendo en su pasado para explicar en cierta manera los motivos que le han llevado a ser un tirano despiadado sin temor a cometer actos atroces
La temporada 4 de The Boys es por varios motivos la más oscura de la serie hasta el momento, no estando concebida para sentirse confortable durante su visionado, pues no es para nada su propósito en su objetivo de servir como crítica social, abordando temas que se acercan peligrosamente a la realidad. No son pocas las veces que, a lo largo de los 8 episodios, los acontecimientos que se suceden nos hacen reflexionar acerca de muchos temas, entre ellas la facilidad para crear discordia con discursos confeccionados específicamente para ese propósito, haciéndose valer también de una peligrosa herramienta como son las redes sociales. En la temporada hay momentos donde se hace gala de teorías de la conspiración, que por muy inverosímiles y estrambóticas que parezcan, son aceptadas por un sector de la ciudadanía, añadiendo más mordiente a la trama y evidenciando que la serie es mucho más que un divertimento centrado en superhéroes.
Esta cuarta tanda de episodios de The Boys sigue estando a un nivel muy alto, pero hay que incidir en el hecho que la fórmula está empezando a dar síntomas de desgaste, pues no en vano ya son 32 episodios cuyo objetivo final es el de derrotar al Patriota, aunque la inclusión de nuevas dinámicas permiten insuflar aire fresco a la historia.
Los primeros tres episodios de la cuarta temporada de The Boys llegan a Prime Video el jueves 13 de junio, y los episodios restantes se emitirán semanalmente los jueves.