The Acolyte ha sorprendido con un episodio 3 diametralmente opuesto a los dos primeros con los que la serie debutó la semana pasada en Disney+, introduciendo en la historia a las gemelas Osha y Mae (Amandla Stenberg), esta última actuando bajo las órdenes de un Lord Sith con el propósito claro de matar a un grupo de Jedis, todo ello rodeado por un halo de misterio en lo concerniente al pasado de ambas.
El tercer episodio titulado Destino nos traslada al planeta Brendok dieciséis años antes, incidiendo en lo que sucedió con las hermanas, su familia y los cuatro Jedi que allí acudieron, siendo estos Sol (Lee Jung-jae), Indara (Carrie Anne-Moss), Torbin (Dean-Charles Chapman) y Kelnacca (Jonas Suotamo), además de revelar nuevos conceptos asociados a la Fuerza.
Resumen y comentarios del episodio 3 de 'The Acolyte'
El episodio comienza con Osha sentada bajo un árbol de Bunta, haciendo gala de su manejo de la Fuerza deteniendo una de las mariposas luminiscentes que están revoloteando a su alrededor. En estas vemos como aparece Mae, atrapando también a la criatura con un agarre de la Fuerza pero de una manera mucho menos sutil y agresiva, hasta que Osha le pregunta cómo la ha encontrado, reconociendo que siempre acude allí cuando no sabe dónde ir, procediendo a reprender a Osha por estar tan cerca de la Bunta, siendo una sustancia peligrosa cuyos efectos ya vimos en el Maestro Torbin.
Desde un primer momento, vemos como el carácter de Osha y Mae es bastante opuesto, siendo la primera mucho más intrépida y curiosa, afirmando que no quiere someterse a un ritual llamada “La Ascensión”. De camino a casa por el bosque, las encuentra la Madre Koril (Margarita Levieva), una Zabrak de Dathomir perteneciente a la misma especie de Darth Maul, de ahí los característicos cuernos. Koril regaña a ambas por haber salido de la fortaleza, recordándoles lo peligroso que es que las vean, cuando de repente vemos al Maestro Sol siguiéndolas de cerca.
Ya en la fortaleza situada en lo alto de una montaña, Osha y Mae son recibidas con cariño por la Madre Aniseya (Jodie Turner-Smith), quien al contrario que Koril, se opone a castigar a las niñas por haberse escapado, no sin antes volver a preguntar si las ha visto alguien, pues son conscientes de la presencia de los Jedis en la zona. Tanto Aniseya como Koril pertenecen un aquelarre de brujas sensibles a la Fuerza, ocultas en Brendok al ser un planeta fuera del control de la República.
El concepto que las brujas de Brendok tienen de la Fuerza
Durante el entrenamiento al que se someten Osha y Mae, Aniseya les explica a ambas lo que significa la Fuerza para las brujas, tratándose de un nuevo acercamiento que se contrapone al concepto que tiene los Jedi de esta. Aniseya define la Fuerza como un “hilo de vida” que conecta todo lo que existe, reconociendo que hay algunos que lo llaman Fuerza y la usan como un poder, en clara alusión a los Jedi, pero para ellas el "Hilo" se describe como una línea de la cual se puede "tirar", pudiendo cambiar dramáticamente el destino, así como servir de vínculo entre las personas. La práctica de las habilidades aprendidas, nos lleva a darnos cuenta que Osha es mucho más reprimida que Mae a la hora de ponerlas en práctica.
Osha no está interesada en convertirse en una bruja de Brendok
A lo largo de este episodio se ve como Osha tiene unas inquietudes muy distintas a las de Mae, sintiendo esta última una gran devoción por el aquelarre, mientras que Osha da claras muestras de no querer pasar toda su vida unida a este sin poder explorar otros rincones de la galaxia.
“La Ascensión” se trata de superar el miedo, siendo según explica Aniseya necesario en una galaxia que no acepta mujeres con acceso al poder, sirviendo además para comprometerse para siempre con el clan de las brujas. Esto entra en conflicto directo con la forma de pensar de Osha, de ahí sus reticencias a someterse a él. La noche de la celebración del ritual, Aniseya pronuncia un discurso en el que expresa su efusividad por poder volver a celebrarlo, dejando constancia de que es el primero que realizan desde su exilio, después de haber sido perseguidas por aquellos que consideran que su poder es oscuro. Es más, reconoce que estuvieron a punto de desaparecer si no hubiesen sido bendecidas con el regalo de la vida, refiriéndose a Osha y Mae, quienes aparecen en escena para someterse a su ascensión. El caso es que Mae es la única que completa el ritual, pues cuando es el turno de Osha son interrumpidas por la llegada a la fortaleza de los Jedi.
Indara toma la voz cantante, indicando que su presencia en Brendok es por el temor de que el clan está entrenando a niñas. Esta injerencia de los Jedi no debería ser tal, pues no tienen jurisdicción en el territorio, pero aún así, allí están. Sin vacilar, Osha seguida de Mae se hacen ver ante los Jedi, propiciando que Indara pregunte dónde está su padre, algo a lo que Aniseya responde que no tienen, causando cierto temor reflejado en el rostro de Sol. Precisamente el Jedi es quien se acerca a Osha para preguntarle acerca de su disposición para hacer las pruebas Jedi, recibiendo una respuesta afirmativa por parte de la niña, pero en ese mismo instante Aniseya utiliza la fuerza para controlar a Torbin, amenazando con dejarle en ese estado si los Jedi no se marchan, pero la insistencia de Osha convence a su madre.
Osha y Mae fueron concebidas de un modo similar a Anakin
La gran sorpresa del episodio llega con la revelación de que Osha y Mae fueron concebidas mediante el uso de la Fuerza por parte de Aniseya, muy similar al caso de Anakin explicado por su madre Shmi en La Amenaza Fantasma, donde tampoco hubo padre. Hasta ahora, este era un tema que no se había vuelto a abordar en la saga, haciendo a Anakin una persona especial, llevando a creer a los Jedi que él era el elegido que traería el equilibrio a la Fuerza. Sin embargo, ahora se sugiere que existen otros métodos para dar vida más allá de lo común, dejando muchos más interrogantes de los que había anteriormente.
Al día siguiente, antes de dirigirse hacia el campamento, Aniseya insta a Osha y Mae a que mientan durante las pruebas para no pasarlas, demostrando tener ambas un concepto muy distinto de los Jedi. Una vez allí, Mae hace lo que le ha ducho su madre y miente ante unas pruebas que son básicamente las mismas a las que se enfrentó Anakin, teniendo que adivinar las imágenes que se muestran en una pantalla. Sin embargo, cuando es el turno de Osha, después de equivocarse deliberadamente con las dos primeras preguntas, el subconsciente la acaba traicionando y Sol se da cuenta de la táctica que está llevando a cabo, remarcando que la decisión de convertirse en Jedi es puramente exclusiva de ella. Finalmente, Osha decide aceptar este camino, teniendo una conversación con su madre acerca de ello, algo a lo que Aniseya acaba accediendo al darse cuenta de que su destino está lejos del aquelarre.
La decisión no acaba sentando nada bien a Mae, quien le recrimina a Osha que la abandone, tomando una decisión drástica que es la de intentar matarla para que no se vaya. Para ello, la encierra en su habitación y le prende fuego a la puerta, propiciando esto que el fuego se extienda por toda la fortaleza de una manera “sorprendentemente rápida”, causando la muerte de todos en su interior menos Osha, quien es salvada por Sol, y Mae, habiendo sobrevivido de alguna forma a una gran caída. De esta manera se explica la versión de los hechos por parte de Osha, quien considera a su hermana la culpable de haber matado a su familia, aunque existen muchas dudas a este respecto, siendo un poco extraño que todas las brujas muriesen tan rápido por el fuego, existiendo la duda acerca de una posible implicación de los Jedi en los hechos, pudiendo ser este el motivo de la culpabilidad de Torbin en el episodio 2.
Queda mucha tela por cortar en los cinco episodios que quedan por emitir de la primera temporada de The Acolyte, habiendo una alta probabilidad de llevarnos una sorpresa ante lo que en teoría parece evidente.