Star Wars: The Acolyte ha emitido el penúltimo episodio de la primera temporada, abordando por fin lo que sucedió en el planeta Brendok hace 16 años, aunque hay que admitir que dado el halo de misterio que se había generado a lo largo de la temporada, el resultado final ha sido en cierta forma un tanto descafeinado, hasta el punto de gastar un episodio abordando cosas que ya sabíamos.
Desde el final del episodio 6 sabíamos que el Mestro Sol le iba a contar a Mae lo que sucedió en Brendok, esperando sinceramente que la revelación de la verdad fuese un cambio de escenario a gran escala, pero la realidad es que es prácticamente el mismo episodio que el 3 pero visto desde la perspectiva de los Jedi, todo ello con algunos matices que varían levemente la historia y hacen ver a ciertos personajes con otros ojos, siendo este el caso de Mae.
Los Jedi estaban en Brendok para investigar una vergencia de la Fuerza
Según explica la Maestra Indara, una vergencia es una concentración de la Fuerza en una ubicación concreta, pudiendo crear incluso vida. Por lo tanto, queda claro que los Jedi estaban en Brendok para investigar este relevante fenómeno, llegando a pensar incluso que el planeta estaba deshabitado, pues en las siete semanas que llevaban allí no habían visto a nadie, hasta que la investigación lleva a Sol a encontrarse con Osha y Mae bajo el árbol de Bunta. A partir de aquí, el episodio se vuelve durante una parte bastante anodino, volviendo a incidir en situaciones que se han contado hace apenas cuatro semanas, pero esta vez focalizándose en los Jedi, lo que añade un mayor contexto a lo sucedido.
Una vez Sol descubre que las brujas están criando a Osha y Mae como si fueran sus hijas, bajo su punto de vista considera que están en peligro al ver uno de los rituales que el aquelarre lleva a cabo. Estas impresiones se las acaba trasladando a Indara, quien le insta a que deben obrar con cautela, pero Sol sigue inamovible en que deben velar por la seguridad de las niñas, lo que es el principio del fin.
La injerencia de los Jedi en Brendok no está justificada
Cuando se presentó el misterio de los sucesos de Brendok en el episodio 3, todo hacía indicar que los Jedi llevaron a cabo sus actos por un motivo plenamente justificado, aunque doloroso, pero la realidad es que no es así, basándose simplemente en conjeturas y caprichos. Tal y como se plantea, no hay ningún motivo para que los Jedi considerasen a las brujas un peligro, tratándose estas de un grupo de personas que vivían aisladas sin hacer daño a nadie, centradas fundamentalmente en el culto a la Fuerza.
En este sentido, Indara es la única que obra con sentido común, llegando a consultar al Consejo Jedi si Osha y Mae pueden ser llevadas a Coruscant para ser adiestradas, algo que le es denegado rotundamente al considerar que no deben ser separadas de su clan. Con esto, lo más fácil es actuar en consecuencia y dejar que las gemelas vivan en harmonía con su familia, pues el Consejo ha valorado que no corren peligro, pero entre Torbin y Sol acaban complicando las cosas.
El personaje de Torbin actúa de una manera irracional, desde el principio del episodio está obsesionado con abandonar el planeta y volver a Coruscant, con una actitud impropia de un Jedi por mucho que todavía sea un Padawan. En última instancia el comportamiento irresponsable de Torbin es lo que provoca la aniquilación de las brujas. Después de que Indara deje claro que deben dejar tranquilas a las brujas, Torbin analiza las muestras de sangre de Osha y Mae, llegando a la conclusión de que ambas poseen un recuento alto de Midiclorianos y que sus simbiontes son idénticos, revelando que las gemelas fueron creadas por un poder que “permite dividir una sola consciencia en dos cuerpos”, apuntando Sol que solo una vergencia permitiría hacer tal cosa. Entonces, Torbin ve el cielo abierto para volver a casa, y haciendo caso omiso se dirige a la fortaleza de las brujas para coger a Osha y Mae como prueba de la vergencia.
Por otro lado, Sol se encapricha con que Osha tiene que ser su Padawan, algo que hubiese requerido de mayor explicación para no parecer que es un mero impulso.
Mae no provoca el incendio a propósito, ni es ella quien mata a las brujas
Desde el primer momento se plantea que Mae es la máxima responsable de la muerte de las brujas al provocar el incendio, pero sutilmente se demuestra que prender el libro de Osha fue un accidente, es más, intenta remediarlo al ir a buscar a su madre, pero para entonces Torbin y Sol ya han creado un conflicto con las brujas que se salda de la peor manera posible. En un clima de tensión en el que Mae aparece pidiendo ayuda, Koril hace el amago de atacar a Torbin y Sol, desenfundado el primero su sable láser, acto que provoca que Aniseya utilice su poder para evitarlo, convirtiéndose en niebla, pero Sol, temeroso de esto, la mata con su sable láser.
El poder de las brujas es una de las cosas más interesantes que se muestran, siendo capaces incluso de controlar a voluntad a un Jedi, como sucede con Kelnacca, quien se vuelve contra sus compañeros iniciando un duelo bastante espectacular. La peligrosidad de un Wookie Jedi queda patente, siendo Indara quien tiene que liberar su mente del embrujo, hecho que es lo que provoca la muerte de todas las brujas, y no el incendio de Mae como se había hecho creer.
Para finalizar, volvemos a revivir el momento en que Sol salva a Osha de la caída, revelándose que también intentó salvar a su hermana Mae, pero no pudo. En este sentido tampoco se explica cómo Mae consiguió sobrevivir, algo que tampoco tiene mucho sentido, pues lo más lógico es que así hubiese sido. Una vez en la nave de vuelta a Coruscant, Sol tiene claro que quiere someterse al juicio del Consejo Jedi, siendo consciente de que no ha obrado bien, pero Indara conviene que la versión que contarán es la de que Mae mató a todas las brujas tras provocar el incendio.
Ciertamente, se tiene la sensación de que lo sucedido en Brendok podría haber dado mucho más de sí, pudiendo haber implicado incluso la aparición de un Sith que obligase a los Jedi a actuar. De esta forma, hemos llegado al episodio 7 sin saber realmente cuál es la historia que se nos quiere contar, quizá habiendo requerido la primera temporada mucho más tiempo para desarrollarse en condiciones, teniendo en cuenta que ha habido episodios que no han alcanzado ni la media hora de duración. Antes del estreno de la serie, la showrunner Leslye Headland dijo que la primera temporada tendría un final satisfactorio sin cliffhanger que respondería a las preguntas principales, pero quedando tan solo un episodio, parece complicado que esto sea así.
