Solo asesinatos en el edificio es una de esas series que nunca deja de sorprendernos, después de prácticamente tres temporadas. las tramas siguen siendo de lo más ingeniosas, hasta el punto de que nunca sabemos lo que nos vamos a encontrar en cada uno de los distintos episodios, desde crímenes, comedia, drama, hasta musicales. Y precisamente, todos estos géneros, han confluido en el episodio de esta semana llamado Sitzprobe que puede haber sido el mejor de toda la serie.
La serie creada por Steve Martin y John Hoffman, es un ejemplo de como captar la atención de los espectadores, el ingenio en sus tramas y el carisma de los personajes, hacen que te entregues por completo a la historia, pasando un rato muy agradable y divertido durante la duración de los episodios.
Este episodio 8 de la temporada 3 es el culmen de la serie, pues en él está todo lo que la hace especial. Un episodio que comienza con una revelación que no se había visto venir y es que Dickie, el hermano de Ben (Paul Rudd), en realidad es hijo de Loretta (Meryl Streep), que esta dio en adopción cuando era joven. El tema es que sabíamos que era adoptado, pero no que los tiros irían por ese camino, siendo está una muestra más del ingenio de los guionistas, ya que si recordamos los episodios anteriores, Oliver encuentra en casa de Loretta un álbum con recortes de Ben en su interior, dando lugar a pensar que era una acosadora, pero en realidad, solo tenia esas fotos porque Dickie también salía en ellas.
Este impactante comienzo, da paso al teatro donde transcurre toda la acción del episodio y es que ha llegado el día del gran ensayo general de la obra de Oliver. Ante esta ocasión especial, Mabel (Selena Gomez) acude al teatro, donde se reencuentra con Charles (Steve Martin) y Oliver (Martin Short) tras la discusión que mantuvieron y que propició que lanzará el primer episodio del podcast sin ellos. Dicho reencuentro sirve para que los tres protagonistas avancen en la investigación del asesinato de Ben, cuyo principal sospechoso de momento es Dickie, pues según la revelación del anterior episodio, la idea del personaje que hizo famoso a Ben, en realidad era suya. Mientras tanto, el ensayo prosigue su curso con normalidad hasta que llega la policía con la detective Donna Williams al mando, es a partir de este momento donde el episodio se torna magnífico.
Mabel, Charles y Oliver, como en los viejos tiempos
La aparición de la detective Williams, complica la investigación por parte de nuestro trio protagonista, pues esta requiere que se interrogue a todo el elenco de la obra por separado, impidiendo que ellos puedan escuchar dichos interrogatorios para extraer sus propias concusiones. Ante esto, Mabel encarga a Charles y Oliver que se las ingenien para escuchar los relatos, urdiendo estos un plan muy ingenioso para conseguir su objetivo. Con el ensayo de la obra como telón de fondo y sabiendo que la inspectora Williams es una apasionada de los musicales, provocan que vaya a ver la interpretación de la canción de Charles, dejando el camerino que hace de sala de interrogatorios vacío, momento en el que Oliver aprovecha para poner una cámara que grabe todas las conversaciones.
Loretta se declara culpable
Loretta, al enterarse que el álbum de fotos no está en su casa, enseguida se da cuenta que Oliver se lo llevó. Una vez en el teatro, concretamente en el camerino, esta se lo pide, lo que lleva a Oliver en un momento determinado a confesar que ahora Dickie es el sospechoso más probable, unas palabras que caen como una losa sobre ella y que posteriormente, durante el ensayo de su gran momento en la obra, al ver que la policía va a arrestar a su hijo, se declara culpable.
Oliver tiene problemas
Como recordaremos en el episodio 2, después de la muerte de Ben, la primera versión de la obra de Oliver es reconocida por una reputada crítica teatral como un fracaso, afirmación que provoca un amago de infarto en Oliver, siendo este advertido por el médico que debe controlar el estrés. Pues bien, la confesión de Loretta a la policía durante su actuación, hace que Oliver entre en pánico y se desvanezca, finalizando el episodio ante la preocupación de sus compañeros.
El apartado musical del episodio
La inclusión del apartado musical en esta temporada ha sido todo un acierto y un soplo de aire fresco para la serie, ya que ha dado mucho juego durante todos los episodios, dejando patente cual es el proceso creativo y que complicaciones puede tener cualquier producción. Pero no solo esto, la importancia que se le ha dado a la obra de Oliver es máxima, pues podría haber sido solamente un pretexto para contar la muerte de Ben, cuando en realidad es como si se tratase de una obra real, quedando esto demostrado con las canciones originales escritas para la ocasión.
Dichas canciones originales han sido escritas por Benj Pasek y Justin Paul, reconocidos compositores responsables de las canciones originales de películas del calibre de La La Land, gracias a la cual ganaron el Oscar a mejor canción original con City of Stars, y El Gran Showman, por la que también estuvieron nominados al Oscar gracias a la canción This Is Me.
Si escuchamos las canciones de la obra de Oliver, enseguida nos damos cuenta que el sello de estos dos compositores está presente en ellas. Tanto la canción que interpreta Charles, titulada Which of the Pickwick Triplets Did It, como la de Loretta, Look for the Light, son unas canciones musicalmente hablando fantásticas.
Solo quedan dos episodios para resolver el misterio de la temporada 3 de Solo asesinatos en el edificio, veremos quien es finalmente el asesino de Ben Glenroy, pues vistos los antecedentes de temporadas anteriores, será el que menos esperemos.
Puedes ver un nuevo episodio de Solo asesinatos en el edificio, cada miércoles en Disney+.