Cuando las críticas de una película o serie de televisión suelen ser tan unánimes, está claro que estamos ante un título sobresaliente, recientemente hemos visto esto con Dune: Parte Dos y lo estamos viendo semana tras semana con la miniserie de FX, Shogun. La adaptación televisiva de la obra homónima de James Clavell es un gran éxito de audiencia en todo el mundo, y no es para menos dado el espectáculo que ofrece a todos los niveles, tanto en lo narrativo como en lo visual.
Después de los dos primeros episodios emitidos en su estreno la semana pasada, que servían a modo de introducción de la historia, el episodio 3 titulado Mañana es mañana acaba por atrapar la atención del espectador por completo con una trama que tiene de todo, acción, intriga, traición y por el momento una pizca de romance. Los creadores de Shogun, Justin Marks y Rachel Kondo, han dado lugar a una historia donde los matices son parte de un viaje que se disfruta en cada momento, todo en la serie está medido al milímetro siendo un deleite en todos los aspectos.
El episodio 2 terminó de una forma impactante con el intento de asesinato de Blackthorne (Cosmo Jarvis) por parte de los católicos, quien ven en su figura una amenaza que puede frustrar sus planes de dominio sobre Japón. Frustrado el ataque por parte de Toranaga al acabar con la asesina, este comienza a darse cuenta de la importancia de Blackthorne para sus planes de acabar con los regentes que conspiran contra él. La construcción del personaje interpretado por Hiroyuki Sanada es excepcional, un líder al que no se le pasa nada por alto, demostrando tener un gran control sobre lo que sucede a su alrededor, siendo una muestra de ello la conversación que mantiene con Yabushige (Todanobu Asano) al inicio del este tercer episodio.
Si recordamos, Yabushige se había confabulado en el episodio 2 con Ishido (Takehiro Hira), uno de los cinco regentes que el Taiko dejó al cargo del país antes de su fallecimiento. La ambición de Ishido es acabar con Toranaga, haciendo participe de sus planes a Yabushige, sabiendo que es una persona cercana a este. Toranaga no tarda en descubrir que este está conspirando junto con sus enemigos para acabar con él, pero en vez de tomar una decisión drástica y acabar con su vida por traicionarle, sabe que le necesita para la causa.
El asalto para acabar con la vida de Blackthorne se convierte en el pretexto perfecto para poner un ingenioso plan por parte de Toranaga, quien aduciendo que Blackthorne corre peligro en Osaka, propone que se permita la partida de este y algunos miembros del clan hacia Ajiro, incluyendo entre estos a Toda Mariko (Anna Sawai). Lo que en un principio parece una simple medida de seguridad, esconde detrás un elaborado plan para que Toranaga también pueda escapar de Osaka sin que Ishido se entere, utilizando una maniobra de distracción para no ser detectado, aunque con la inestimable colaboración de Blackthorne.
El problema es que durante el trayecto hasta el barco que los llevará a Ajiro, son atacados por los japoneses de ideología católica, con la intención otra vez de matar a Blackthorne, es entonces cuando a Toranaga no le queda más remedio que dar la cara y luchar contra los atacantes, pero esto irremediablemente lleva a que los escoltas de Ishido que los acompañan se den cuenta de su presencia, tratando de detenerlos. Esto lo que inicia es una carrera contrarreloj para llegar a puerto teniendo que enfrentarse a muchos más hombres de Ishido que han sido enviados, consiguiendo subir a los botes por los pelos, pero atrás se queda el marido de Toda Mariko, Buntaro, quien se sacrifica por la causa luchando en solitario contra una horda de guerreros para que los demás puedan escapar. Toda esta parte de la trama demuestra el nivel de calidad en el que está Shogun, remarcando la secuencia que tiene lugar en el bosque y el posterior combate de Buntaro, al cual no se ve morir, pues en el fervor de la batalla se introduce en una casa mientras contiene las acometidas de sus oponentes.
Superado este escollo, la parte clave del episodio llega en su último tercio, cuando al llegar a su navío ven en el horizonte una gran cantidad de pequeñas embarcaciones que impiden su partida, siendo imposible superarlas con las dimensiones de este. Ante este imprevisto a Blackthorne se le ocurre que el Barco Negro de los portugueses, el cual también está en puerto, puede ayudarles a escapar, pero para ello Toranaga se ve obligado a negociar con el capitán Ferreira y los curas Dell’Aqua y Alvito, ofreciéndoles una serie de tratos para que les saquen de Osaka, aceptando estos todos ellos, pero con la condición de que Blackthorne no suba a su barco, tesitura ante la cual este se ve obligado a volver al otro navío e intentar pasar el bloqueo por su cuenta, un empresa muy compleja de conseguir, aunque finalmente recibe la ayuda de Rodrigues, en pago por haberle salvado la vida en el episodio anterior.
Una vez en alta mar, y en el barco de Toranaga, este le hace saber a Blackthorne que los católicos le han entregado los diarios de navegación que constatan que es un pirata, un crimen que se paga con la muerte, aunque Toranaga afirma que llevará un tiempo traducirlos al japonés, una forma de ofrecerle el perdón a Blackthorne, olvidando lo que pueda haber sucedido en el pasado, ofreciéndole además entrenar a su ejército en tácticas de combate extranjeras, otorgándole el cargo de hatamoto, un samurái al servicio directo del shogunato. Con el paso de los episodios, se deja entrever la relación de amistad que entablarán Blackthorne y Toranaga, habiendo cierto paralelismo con lo visto en la sobresaliente El último samurái entre Nathan Algren (Tom Cruise) y Katsumoto (Ken Watanabe), película en la que Sanada también tuvo un papel destacado como Ujio.
Mientras tanto, y como apuntes finales, hay que destacar la jugada maestra de Toranaga al dimitir de su cargo como regente, sabiendo que los cuatro restantes no podrán tomar ningún tipo de decisión sin él, ya que el Taiko ordenó expresamente que para ello tenían que ser cinco. Por otro lado, se atisba un romance entre Mariko y Blackthorne, dando indicios claros de ello a lo largo del episodio, además de que con la supuesta muerte de su marido, esto es más fácil que se produzca.
Todavía quedan siete episodios por emitirse de Shogun, pero los tres primeros dan muestras de que podemos estar ante una serie que será recordada. Shogun emite un nuevo episodio cada martes en Disney+.
