Shogun ha finalizado con un episodio 10 espectacular, a la par que emotivo, envuelta su trama por una fotografía realmente exquisita, que no hace más que elevar la calidad ya de por sí sobresaliente. Un viaje de 10 episodios en lo que al contrario de lo que se podía pensar desde un principio, las grandes batallas no han sido protagonistas, es más, ni siquiera ha habido una durante un episodio donde podía haberla al alcanzar el conflicto con Ishido su punto álgido.
Pero, como bien apuntaban sus responsables desde el principio, Shogun no era Juego de Tronos, ya que si había que compararla con alguna serie, esa era con Succession, donde las intrigas por el poder son el eje central de la trama, al igual que ha sucedido con la adaptación televisiva de James Clavell, no necesitando en ningún momento desplegar grandes secuencias de acción para ofrecer una historia sobresaliente, poniendo más el foco en las relaciones entre los personajes y cómo en base al desarrollo de estas va evolucionando la trama, habiendo también cabida para la traición.
El décimo episodio titulado El sueño de un sueño, se inicia con lo que parece ser una mirada al futuro de un envejecido Blackthorne (Cosmo Jarvis), postrado en una cama rodeada de objetos de origen japonés, mientras los que parecen ser sus nietos merodean por la habitación ávidos de curiosidad. Este peculiar inicio tiene su explicación más adelante, estando relacionado con el camino que elige tomar Blackthorne, pudiendo catalogarse como un delirio.
Cuando en el episodio 9 Ishido (Takehiro Hira) ordenó secuestrar a Mariko (Anna Sawai) por medio de los Shinobi, con la colaboración de Yabushige (Tadanobu Asano), el trágico desenlace con la explosión del almacén, el cual propicia que Mariko se sacrifique por el resto, dejó abiertos dos posibles finales de temporada, el de la vía bélica y el de la diplomacia, siendo finalmente el segundo el que se produce, el cual en cierto modo se veía venir debido a los movimientos realizados por Toranaga (Hiroyuki Sanada), teniendo en Mariko a la figura clave para ello.
La muerte de Mariko causa un gran impacto en Osaka, llegando hasta el punto que incluso los miembros del Consejo de Regentes, excepto Ishido, están consternados por el suceso. Las mentiras de Ishido no tienen límites, llegando incluso a culpar directamente a Toranaga de la muerte de Mariko, utilizándolo como un pretexto más para convencer al resto de Regentes de ir a la guerra contra él, algo a lo que están dispuestos hasta que se produce un terremoto, el cual es tomado como un mal augurio, propiciando que en cierta manera se echen para atrás.
Yabushige se da cuenta del error que cometió
La implicación de Yabushige en la muerte de Mariko le lleva prácticamente a un estado de locura en los días posteriores al suceso, estando absolutamente devastado por cómo sus actos incurrieron en el trágico desenlace vivido. Pese a todo, Ishido intenta convencerle de que ha hecho lo correcto, llegando incluso a mencionarle que cuando Toranaga caiga, tendrá un puesto en el Consejo de Regentes, pero el sentimiento de culpa de Yabushige es una marca indeleble, cuestionando también todo lo que se está llevando a cabo.
Blackthorne obtiene un salvoconducto para salir de Osaka
La tremenda explosión sufrida deja a Blackthorne inconsciente durante una semana, no pudiendo asistir si quiera al funeral de Mariko. El caso es que, una vez medianamente recuperado, a Blackthorne se le permite salir de Osaka junto al resto de miembros del clan de Toranaga, estando también entre ellos Kiri, Shizu e incluso Yabushige. El salvoconducto de Blackthorne para volver junto a Toranaga viene propiciado por un acuerdo al que llegó Mariko con el Padre Martin Alvito (Tommy Bastow), solicitándole antes de su muerte que garantizara la seguridad de Blackthorne.
Una vez todos en Ajiro, Blackthorne comprueba que su barco ha sido quemado y hundido, considerando que los cristianos tienen la culpa de ello, algo que también comparte Toranaga, quien está en busca de los culpables de la destrucción del navío. El desembarco en la costa de la población está marcado por la detención de Yabushige, siendo sabedor Toranaga de su implicación en la muerte de Mariko, aunque en un principio le otorga el beneficio de la duda al preguntarle directamente si participó en el complot, no vacilando este en reconocer que es cierto, por lo que Toranaga le ordena que al amanecer cometerá seppuku, además de despojarle de todas sus tierras, la cuales quedarán en posesión de su sobrino Omi (Hiroto Kanai).
La carta de Ochiba-no-kata a Toranaga, clave en la historia
En un momento determinado del episodio 9, Mariko le recita un poema a Ochiba (Fumi Nikaido), sirviendo a la postre para sellar un pacto de alianza entre está ultima y Toranaga. Ese pacto es trasmitido a través de una carta que Kiri le entrega a Toranaga a su llegada a Ajiro, conteniendo esta el poema de Mariko, el cual es utilizado como mensaje críptico para confirmar que Ochiba y por ende el heredero, no apoyarán a Ishido en la guerra, por lo que este no tendrá legitimidad al no poder portar el estandarte.
El cambio de opinión de Ochiba viene motivado por la muerte de Mariko, su mejor amiga y confidente, causando en ella un profundo impacto emocional que incluso queda reflejado en una bellísima escena que esta protagoniza al alba junto a su hijo. Fundamentalmente, Ochiba no ve ningún sentido a continuar con el conflicto contra Toranaga, siendo algo que en última instancia solo beneficiaría a Ishido, de ahí su alianza con Toranaga, quien, al asegurarse el apoyo del heredero, consolida su posición de dominancia en el escenario político.
Toranaga pone a prueba a Blackthorne
En el tramo final del episodio, Blackthorne solicita una audiencia con Toranaga para discutir los actos que este está cometiendo contra algunos habitantes de Ajiro, en medio de la búsqueda de los culpables de la destrucción del barco. La conversación entre ambos es reveladora para Blackthorne, aunque en primera instancia llega incluso a amenazar con quitarse la vida si Toranaga no ceja en su empeño, algo que está dispuesto a hacer de no ser debido a que el líder le disuade de ello al evitarse que se clave la espada. Esta escena no es ni más ni menos que una forma de que Toranaga comprueba la lealtad de Blackthorne, pasándo la prueba con creces al poner su vida por delante de las de otros, siendo el punto clave para que Toranaga deposite absolutamente su confianza en él.Lo interesante de ello es que de esta forma, Blackthorne se aleja definitivamente de ese futuro que habíamos visto en el inicio del episodio, no siendo por tanto más que una premonición de lo que le esperaba sino cambiaba su rumbo en la vida.
Toranaga le revela a Yabushige en qué consistía el Cielo Carmesí
La mañana en la que Yabushige conoce su final, previamente a ello tiene una conversación reveladora con Toranaga, donde este confirma que fue él quien ordenó la destrucción del barco de Blackthorne, pues su vida dependía de ello, siendo esto parte del pacto que alcanzó Mariko con la Iglesia, siendo además una treta para poner a prueba a Blackthorne.
Finalmente, Yabushige le hace la pregunta clave a Toranaga, estando relacionada con sus opciones de victoria y sí el Cielo Carmesí tiene algo que ver. La realidad es que según afirma Toranaga, el Cielo Carmesí ya ha sido llevado a cabo, no por medio de un ejército a las puertas de Osaka, sino a través de una única persona, en este caso Mariko, quien a través de sus actos propició que Ochiba se diese cuenta que un conflicto bélico no tiene sentido, algo que lleva directamente a que Toranaga anticipe lo que va a pasar, y es que dentro de un mes, cuando los ejércitos vayan a la batalla, Ishido habrá perdido antes incluso de que esta se inicie, pues Ochiba se ha cansado de su alianza con Ishido, prometiéndole a Toranaga que llegado el momento mantendrá al ejército del heredero alejado campo de batalla, no teniendo por tanto Ishido un estandarte, volviéndose los Regentes contra él.
De esta forma, las bases para un periodo de prosperidad en Japón están sentadas, con Toranaga erigiéndose como un líder, a la espera de que el heredero tome posesión del trono que por derecho le corresponde.
El desenlace de Shogun no puede ser más satisfactorio, con Blackthorne completamente asentado entre la gente de Ajiro, ayudándole a sacar su barco del mar para reconstruirlo, con la participación incluso de Buntaro, de quien Blackthorne parece haberse ganado el respeto después sus enfrentamientos, todo ello mientras Toranaga mira al horizonte de un nuevo día.
