Mad Max es una de las sagas de acción más relevantes del cine, abanderando un estilo muy característico que acabaría influyendo a otras producciones posteriores, comenzando esto con el estreno de Mad Max: Salvajes de autopista protagonizada por Mel Gibson en 1979, una película prácticamente de corte independiente que contó con un bajísimo presupuesto de 350.000 dólares, pero que logró recaudar 100 millones de dólares en la taquilla mundial. Este gran éxito de la primera entrega dio lugar a dos películas más protagonizadas por Gibson, Mad Max 2: El guerrero de la carretera (1981) y Mad Max 3: Más allá de la cúpula del trueno (1985), debiendo esperar 30 años para ver el resurgir la saga en la gran pantalla, con el estreno en 2015 de la aclamada Mad Max: Furia en la carretera, la cual el próximo mes de mayo tendrá la precuela titulada Furiosa, protagonizada por Anya Taylor-Joy.
La ambientación de Mad Max ha sido siempre una de sus características más destacadas, primando esos escenarios áridos y desolados, propios de un futuro postapocalíptico donde la tierra ya no es lo que antaño fue. Sin embargo, esta decisión creativa vino predeterminada principalmente por motivos prácticos al no poder filmar en plena ciudad, tal y como ha mencionado el propio Miller durante la CinemaCon (vía Screen Rant), a la que asistió para recibir un premio a la trayectoria profesional y participar en una breve sesión de preguntas y respuestas.
La idea era hacer una película en la que, como dice Hitchcock, 'no tengan que leer los subtítulos en Japón'. Una película que se basa enteramente en lo visual. Nadie quiso financiar la película, pero la armamos y la intentamos. Pero era casi imposible hacer secuencias de acción en la ciudad actual, en las calles locales con todos esos coches, etc. La idea era ambientarla en un futuro distópico simplemente porque podíamos filmarla en calles vacías y edificios en ruinas, etc. Fue algo realmente divertido porque, accidentalmente, la película que de otro modo habría sido actual resultó ser más alegórica.
Se puede decir que Miller encontró el estilo de Mad Max gracias a la falta de recursos, pues haber rodado la cinta original en plena ciudad hubiese supuesto un coste muy superior al presupuesto del cual disponía, siendo fundamental para le deriva que ha tomado la saga posteriormente, sobre todo en lo concerniente a temas como el ecologismo y la explotación del planeta, alcanzando su máxima expresión en Furia en la carretera, la cual además de una acción desbordante y frenética, guarda un mensaje muy reivindicativo en este sentido.
'Furiosa: De la saga Mad Max' seguirá la estela 'Furia en la carretera'
George Miller intentará con Furiosa replicar o incluso superar el éxito de Furia en la carretera, la cual recaudó 380 millones de dólares en todo el mundo, además del reconocimiento unánime de la crítica que permitió que se hiciera con nada menos que 6 premios Oscar, estando incluso nominada a mejor película y dirección.
En esta ocasión, el papel de Furiosa recae sobre Anya Taylor-Joy, quien sustituye a Charlize Theron como una versión más joven del personaje, narrando la historia de orígenes de esta a lo largo de un arco argumental de 18 años que conecta directamente con el inicio de Furia en la carretera, presentando una odisea en la cual intentará volver a casa después de ser secuestrada del Lugar Verde de Muchas Madres por una banda de moteros comandada por Dementus (Chris Hemsworth).
Furiosa de la saga Mad Max se estrena en cines el próximo 24 de mayo de 2024.