Xbox ha decidido de momento no seguir a PlayStation y lanzar una versión Pro de Xbox Series X, pero los nuevos modelos de la consola de Microsoft tienen en su interior interesantes novedades en las que Phil Spencer y compañía no han querido hacer hincapié, pero que marcan la diferencia con el modelo original lanzado al mercado en 2020.
Las bautizadas como Xbox Series X – 1TB Digital Edition y Xbox Series X – 2TB Galaxy Black Special Edition parecían a simple vista una edición blanca y completamente digital en el caso de la primera, mientras que la segunda destacaba por el aumento del almacenamiento del disco duro y una estética visual distinta que evoca como su propio indica a las estrellas de una galaxia, junto con tonos verdes en la base y el mando. Sin embargo, el hardware no es ni mucho menos igual al modelo original.
El chip es diferente en los nuevos modelos de Series X
Estas nuevas variantes de Xbox Series X cuentan en su interior con un chip de 6nm, mientras que la consola original montaba uno de 7nm. Aunque lo puede parecer, este no es un cambio baladí, teniendo incidencia real en el rendimiento de la maquina en varios aspectos. Sobre el papel, los nuevos modelos de Series X que posean esta chip deben ser más eficientes en términos de consumo de energía y refrigeración, evitando de esta forma problemas derivados por un exceso de sobrecalentamiento, los cuales tienden a acrecentarse a medida que la antigüedad de la consola aumenta y los videojuegos son cada vez más exigentes. Todo el mundo recuerda lo que sucedió con PS4 y el ruido infernal que hacía el ventilador en los últimos compases de la pasada generación.
No es la primera vez que las consolas cambian su hardware conforme avanza la generación, buscando siempre las compañías reducir los costes de fabricación y de paso mejorar en el campo de la eficiencia. No obstante, es llamativo que Xbox no haya querido mencionar que los mencionados nuevos modelos de Series X vienen con esta modificación, cuando lo único que hace es suponer una ventaja para los usuarios y un aliciente para su adquisición.
Aunque por ahora solo se ha confirmado que este cambio en el chip está presente en la Xbox Series X Digital y la edición especial Galaxy Black, lo más lógico es que la versión normal de Series X también se acabe beneficiando de este avance cuando se trate de unidades de nueva fabricación, lo que a buen seguro pondrá ojo avizor a los consumidores que adquieran por primera vez la consola de Microsoft y quieran que esta venga con el nuevo chip.
El precio de la Xbox Series X: Edición digital es de 499,99 €, el de Xbox Series X: Galaxy Black Special Edition es de 649,99 € y el correspondiente a la edición normal sigue manteniéndose en 549,99 €.